Palabras apertura del festival. 2015

Palabras apertura del festival. 2015

Hoy es viernes 30 de octubre y esto es Guía de Isora. Aquí se inicia la X Edición del Festival Internacional y Mercado de Cine Documental MiradasDoc. No es, para nosotros, una fecha cualquiera: hoy es un día de alegría, de celebración, de campanas al viento y de sol, y de lluvia, y de todo lo que es bueno y es simple. También es un día en el que no logramos esconder que los diez años que nuestro evento cumple ahora no han sido  precisamente un camino fácil. A las dificultades intrínsecas de una cita cultural como ésta —que aspira a la internacionalidad, a lo nuevo y a lo complejo— deben añadirse dos razones más definidoras del estado de cosas en que nos hemos desarrollado.

 

El primero es, acaso, fácil de definir e incluso predecible: la persecución de la cultura que la crisis económica ha facilitado(pero no necesariamente provocado), ha llevado a la caída, la modificación, la devaluación y la desesperación en estos años de un buen número de espacios culturales de nuestro país. Los recortes presupuestarios en materia de cultura pública —único lugar en nuestro medio al que pueden acudir para su desarrollo los proyectos culturales no englobados en la industria del ocio—, se ha demostrado que eran innecesarios (porque no resolvían problemas) e ideológicos (porque se utilizaban con voluntad de revancha). Así que a cambio de beneficio alguno, se ha adelgazado caprichosamente el panorama cultural español allí donde es más necesario: en los territorios abonados al pensamiento, a la independencia y al riesgo. Esto ha llevado a la práctica desaparición de las oportunidades de conocimiento de aquellas obras que no pueden ser contenidas en los estrechos márgenes de las estrategias de mercado del negocio del entretenimiento. Mientras las industrias de la moda y la gastronomía tomaban los museos, los artistas contemporáneos y los creadores jóvenes están ya en la calle como verdaderos y nuevos “sin techo”.MiradasDoc lleva siete de estos diez años en crisis, y es, hoy por hoy, y pese a nuestros esfuerzos (los del ayuntamiento de Guía de Isora, los del equipo de trabajo, los del sector audiovisual y los de los ciudadanos que nos visitan), un festival entregado a la mera supervivencia con todo lo que ello implica. Un festival que debe arañar y rasguñar cada centímetro nuevo de territorio. Un festival que debería ocupar otro espacio en el interés de las instituciones. Un festival, en suma, que es más de lo que en realidad es, pero menos de lo que en realidad debería.

 

En segundo lugar, y al contrario de lo que sucede habitualmente —una moda que amenaza seriamente muchos de nuestros procesos de gestión pública y privada— nunca hemos querido en MiradasDoceso que ahora todo el mundo se esfuerza en tener y que se ha convertido incluso en una suerte de objeto de reflexión educativa con la leyWert: el “éxito”. Lo decimos ya, desde el principio: en MiradasDoc no queremos tener éxito. Es más, estamos cansados en MiradasDoc de toda la parafernalia que según parece conduce a la posibilidad de predicar de un evento que es exitoso: no hemos buscado nunca miles de “me gusta”, no hemos querido formar parte de la ola fática, detestamos en general casi todo lo que se convierte en trendingtopic y nos aburren, sin que podamos evitarlo, el cúmulo de indefiniciones, absurdos y estupideces de las que se ocupan hasta la saciedad tantos medios de comunicación. El éxito no es más que la trampa molona de una democracia desvaída, el vacuo consuelo de una sociedad adormilada en su camino hacia la disolución.

 

Por eso tenemos que decirlo alto: nunca hemos querido, dentro de la programación de MiradasDoc, nada que no fuera significativo. Nada que no fuera verdadero y alto.  Que no. Que no. No hemos buscado entretener. No trabajamos para el ocio. No andamos para divertir. No creemos que el anuncio sea ya la actividad. Es al contrario: hemos asumido la pretensión y aún el arrojo de querer ser memorables. De que no se nos pueda olvidar fácilmente. Hemos ansiado que lo que aquí viene a ofrecerse permanezca para siempre en nosotros. Nuestra pretensión es mucho más alta porque no es simple ambición, sino que es noble desear. Queremos ser recordados. Hemos deseado que estas películas que son vida y son historias, formen parte del imaginario individual y colectivo de todos los que nos visitan. Hemos anhelado pensar juntos, pensar todo. Repensarlo todo. Cambiar. Transformar. Profundizar. Emocionar. Hemos querido hacer las cosas bien. Ya está. Ni más ni menos que eso: no tener éxito, sino hacer las cosas bien. Para poder decir sin posibilidad de equivocarnos que no somos un adorno.

 

Aquí no se viene a tonterías: aquí se viene para enfrentarse, sin miedo a lo difícil, con la realidad. Con la maravilla y con la tragedia. Esto no es un jarabe: esto es la vida. La vida misma. Vista por muchos ojos. Joder: esto es MiradasDoc.

 

Alejandro Krawietz
Director de MiradasDoc

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