01 Feb El talento de los documentalistas canarios muestra su madurez en Miradas Doc
Las nueve producciones seleccionadas en el concurso canario abarcan una gran variedad de historias y enfoques que plasman la vitalidad de los creadores audiovisuales del Archipiélago
La pujanza del documental canario es incuestionable y su vitalidad se plasma en el récord de películas (31) que productoras de las Islas han presentado al XI Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora, MiradasDoc. Nueve de esos trabajos han sido seleccionados para el concurso canario de 2017.
El productor José Alayón defiende que tanto Dead slow ahead, de Mauro Herce Mira (70’/José Alayón-El Viaje), como Toute le monde aime le bord de la mer, de Keina Espiñeira (17’/José Alayón-El Viaje), sus dos trabajos seleccionados, siguen la línea habitual de los documentales que produce: “Romper los géneros e introducir la subjetividad”.
La película del director Mauro Herce Mira recoge tres meses de grabación a bordo de un pesquero, pero no se embelesa con la vida de los marineros, sino que, por el contrario, el espacio del barco se convierte una especie de distrofia, de ciencia ficción, donde “el hombre se hace pequeño frente a la máquina”, tal y como hace Chaplin en Tiempos Modernos.
En el documental de Keina Espiñeira la historia se centra en inmigrantes africanos que viven en el “limbo” de un centro de acogida en Ceuta mientras esperan a ser deportados o continuar en España. El guión se construye “a través de lo que les pasa a ellos” y “lejos de ser un documental clásico, se aproxima más a una fábula”, según explica Alayón.
Juan S. Betancor, el director de The Vanished Dream (78’/Juan S. Betancor), recoge las impresiones y el desencanto de voluntarios europeos que, guiados por la convicción utópica de que podían cambiar el mundo y tras la independencia de Guinea Bissau, se desplazaron al país africano para ayudar a su desarrollo. Todo ese torrente de esperanza choca con la presente realidad de Guinea Bissau, considerado hoy un país fallido y “casi un narcopaís”, sostiene el director. El rodaje de esta película se hizo en Guinea Bissau, Holanda, Serbia, Suecia e Inglaterra.
Isleños. Una raíz de América (60’/La Gaveta Producciones) es el documental con el que Eduardo Cubillo participa en la undécima edición de MiradasDoc, en el que narra la historia singular de una población, cercana a Nueva Orleans, cuyos habitantes “descubrieron en 1977, doscientos cincuenta años después de que se establecieran allí, que sus orígenes eran canarios”. A raíz de ahí han creado una asociación, han recuperado sus costumbres y han establecido contacto con el Archipiélago. Cubillo explica que conoció la historia por un experto en recrear batallas que le comentó que en Estados Unidos se escenificaba una batalla en la que participaba un regimiento de canarios que luchó en 1812 con los estadounidenses. “Cuando llegamos allí nos encontramos con mucho más. De hecho, en este pueblo hacen una macrorromería donde puedes encontrar a gente con trajes típicos canarios, tocando como aquí pero que tiene la bandera americana detrás”, asevera.
Dirigido por Samuel M. Delgado y Helena Girón, Montañas ardientes que vomitan fuego (14’/Samuel M. Delgado) muestra, en un lenguaje que acerca este documental al videoarte, cómo el interior de la tierra se convierte en refugio metafórico frente al tiempo y las fuerzas geológicas. La película de Francesca Phillips, El barbero (27’/Francesca Phillips), se detiene en la figura de Pepito, que, pese a contar con 82 años, sigue ejerciendo con precisión y meticulosidad el oficio de barbero en la localidad grancanaria de Teror.
El imperio de la luz, de Macu Machín (15’/Digital 104 Film Distribution), se detiene en el proceso creativo del pintor grancanario residente en Berlín Ubay Murillo. La directora, que rodó en Berlín y el sur de Gran Canaria, explica que guardó las grabaciones con la intención de realizar un largometraje partiendo del concepto que comparte con Murillo sobre el paisaje turístico: “Un escenario sin alma, con edificios y personajes que son los turistas”. Finalmente, ese material se convirtió en esta película.
Los directores Silvia Navarro y Miguel G. Morales presentan Juana (7’/Navarro y Morales), un corto documental nacido en medio de la elaboración de otro proyecto que realizan en El Hierro. Según afirman, la protagonista es una viuda que guarda, tal y como se hacía tradicionalmente en Canarias, la memoria del marido muerto, lo que lo convierte en el eje de su existencia actual. En definitiva, la película refleja cómo representaciones relacionadas con la muerte actúan como rituales de afirmación del orden social.
El documental La tempestad calmada, de Omar A. Razzak (83’/ Tourmalet Films), se rodó en Italia, Galicia y País Vasco y habla de un cambio de ciclo, del final de algo, del miedo a lo que viene después y de cómo afrontarlo.
Mucha calidad
El artista plástico Juan Gopar, la productora María Sanz y la cineasta Mercedes Afonso integran el jurado del concurso canario en la undécima edición de MiradasDoc. Los tres coinciden en destacar la variedad tanto formal como temática de los documentales seleccionados y, sobre todo, la calidad de algunas de las películas.
Juan Gopar admite su sorpresa por esa calidad y reconoce que no esperaba que en el Archipiélago se produjera cine documental de este nivel. “MiradasDoc es una muestra de lo que debería ser Canarias”, dijo el creador lanzaroteño.
María Sanz asegura que los documentales canarios seleccionados “me han gustado mucho”, aunque hay cosas que considero más videocreaciones”. En su opinión, hay distintos estilos de documental y “todos cuidan tanto la estética como el contenido”.
Por su parte, la directora Mercedes Afonso, que conoce en profundidad el Festival y ha acudido a él en muchas ediciones, destaca que algunas películas del concurso canario “son muy buenas en general, pero algunas me han llegado a flipar por su calidad”.
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