29 Ene ‘Piano’ presenta en MiradasDoc el alma de la revolución de la plaza Maidán en Ucrania
La productora del film, Alexandra Bratyshchenko, participa en el estreno mundial del documental en el festival este domingo.
La plaza es el lugar de lo público, el espacio que ya los griegos escogieron para dar vida a las asambleas de su originaria y restrictiva democracia, la plaza fue, unos cuantos miles de años después, el lugar donde la gente se encontró para reclamar otra democracia más allá de las urnas, una democracia que captara las voces de las gentes y las convirtiera en hechos, en decisiones beneficiosas para todos, o, al menos, para las mayorías. Así fue en el Madrid de 2011 y, posteriormente, en las plazas árabes y, en los meses que dieron paso de 2013 a 2014, en Kiev, la capital de Ucrania.
En el país del norte europeo, la plaza es también, por su condición de intemperie, un lugar donde hay que hacer un gran esfuerzo para permanecer en los meses del invierno. En el caso que relata la película Piano, de Vita Maria Drygas (45’ / 2015 / Polonia), decidir quedarse día tras día durante cuatro meses en la plaza Maidán, en el centro de la capital ucraniana, conllevaba sopesar no solo afrontar las duras condiciones climáticas, sino también la decidida resolución del gobierno de reprimir si hacía falta a una ciudadanía concentrada en protesta por la suspensión de la firma del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, previsto para noviembre de 2013.
El piano protagonista del documental de Drygas estaba destinado a ser carne de barricada, quizá algunas de sus piezas habrían acabado más tarde en una de las tantas hogueras con las que los ciudadanos combatían las bajas temperaturas en la noche invernal; pero una estudiante de música se conmovió ante el destino de este piano e impidió su sacrificio.
Movida por la contradicción entre lo que ella hacía en el conservatorio y lo que sucedía en la calle, sin darse cuenta, la estudiante facilitó que este piano se convirtiera en un símbolo de la lucha pacífica de los habitantes de Kiev por unas mejores condiciones de vida, y, sobre todo, urgida de cambios. El piano se convirtió en “el alma de esta revolución”, explica Alexandra Bratyshchenko, productora ejecutiva del documental por la parte ucraniana que se estrena en la undécima edición de MiradasDoc, donde aspira a conseguir el premio al mejor largometraje internacional. La película de Drygas llega tan fresca al Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora que aún no se ha proyectado ante el propio pueblo de Kiev que la protagoniza.
“Había muchas historias que contar a través de él y el piano las hace más fuertes y significativas. La música es un arma mejor que las armas de fuego o de guerra”, detalla la productora ejecutiva ucraniana, recién llegada a Guía desde Polonia para su encuentro con el público, que será este domingo, a las 18.00 horas en la sala 1 del Auditorio de Guía de Isora.
Bratyshchenko cuenta que la directora escogió a tres personajes vinculados a este piano para contar la vida que bullía en el llamado Euromaidán ucraniano. La lucha ciudadana, finalmente, consiguió la salida del presidente y su abandono del país, aunque la tarea no ha concluido. “Se han conseguido cambios, pero necesitamos trabajar más, con nosotros mismos y con el gobierno. Necesitamos seguir trabajando, construir una comunidad social para lograr los cambios que todavía son necesarios”, dice Bratyshchenko.
La directora de Piano, Vita Maria Drygas, nació en Vilnis (Lituania) en 1984. Licenciada en Estudios Franceses en la Universidad de Varsovia, también estudió en el Departamento de Fotografía de la Escuela de Cine de Łodz y completó el Laboratorio de Desarrollo en la Escuela Superior de Cine Andrzej Wajda. Actualmente es estudiante de posgrado en la Facultad de Radio y Televisión de la Universidad de Silesia. Su debut fue el corto documental Knife in the Wife.
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