CARMONA TIENE UNA FUENTE

Corre el verano del 2004. Barcelona está en pleno despilfarro festivo por la celebración del Fórum Universal de las Culturas. La ciudad está cambiando muy rápido y son muchos los que ya no entran en el nuevo paisaje humano que se está fraguando desde el poder urbanístico. Pedro Vázquez está a punto de cumplir 70 años y se ve obligado a abandonar el insalubre piso donde vive en el Casco Antiguo. ¿Pero a dónde ir?
Pasa las tardes en la mítica terraza del Bar del Pi charlando con los pocos conocidos que le quedan. Sueña con tener un taller para volver a la pintura y recuerda las canciones que le cantaba su abuelo en su Carmona natal.

Antonio Trullén (Barcelona, 1980) es licenciado en Teoría de la Literatura y la Literatura Comparada por la Universidad de Barcelona y la Sorbonne Nouvelle de París, y está diplomado en Montaje por el Instituto Nacional de las Artes del Espectáculo de Bruselas (INSAS). Ha realizado el montaje de tres largometrajes y de más de diez cortometrajes que se han proyectado en importantes festivales internacionales. Carmona tiene una fuente es su primera película como realizador. Forma parte de un proyecto más amplio que reflexiona, a través de la forma del diario filmado, sobre las grandes mutaciones urbanas acaecidas en Europa en la primera década del siglo XXI.