27 Ene Coixet: “Uno no se pone gafas distintas al hacer cine documental, la mirada siempre es la misma”
La directora recibe el premio Mirada Personal de la duodécima edición de MiradasDoc
La XII edición de del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc tuvo ayer como protagonista, en su jornada inaugural, a la cineasta Isabel Coixet, a la que se le entregó el premio Mirada Personal por “el regalo impagable de situarnos en todo lo contrario del olvido”, en palabras del director del Festival, Alejandro Krawietz. El galardón es un reconocimiento a su faceta –menos conocida– como directora de películas documentales, una tarea para la que, afirma la realizadora, “uno no se pone gafas distintas, ya que la mirada siempre es la misma”. Junto con el premio, MiradasDoc ha programado el pase de cuatro cintas de Coixet: Aral, el mar perdido y Talking about Rose, Prisoner of Hisséne, ambas proyectadas ayer, y Escuchando al juez Garzón y Marea blanca, que se exhibirán hoy a las 17:00 y a las 20:00, respectivamente.
Entre tantos reconocimientos que ha recibido por su carrera, ¿cómo le sienta un premio por su trayectoria en el cine documental?
Siento que mi carrera como director de largometrajes ha oscurecido un poco mi querencia por el documental. Entonces, que se reconozca esto es unagran satisfacción, un gran orgullo. A mí el documental me ha interesado desde siempre, y ha nutrido también mis películas. Yo empecé a escribir La vida secreta de las palabras después de hacer un documental en Bosnia, tras entrevistar a muchísimas víctimas detorturas. Es una manera de explorar el mundo sin filtros y sin artificios. Este premio me llena de alegría porque ayuda a dar a conocer los temas que he tratado en los documentales.
Todo su trabajo se reconoce por un lenguaje muy particular, unas inquietudes muy marcadas, un sello personal. ¿Se podría identificar también un sello en su cine documental? ¿En qué medida es distinto de su obra de ficción?
El sello uno lo lleva, hagas un documental, un anuncio… La mirada al mundo siempre es la misma. A mí me interesan muchísimas cosas, ya que tengo un temperamento ecléctico importante: temas humanos, ecológicos, políticos… Me parece que uno no se pone gafas distintas al hacer el documental, aunque elenfoque siempre es diferente. Yo intento siempre ponerme al servicio del tema que voy a retratar.
Sus documentales abordan temas sociales y políticos. ¿La decisión de optar por el documental ante estos asuntos tiene que ver precisamente con la naturaleza de esos contenidos? ¿Puede concebirse su cine documental como la herramienta que utiliza para expresar su condición de ciudadana y su compromiso con la sociedad?
Yo he tratado de dar voz a otras personas. Por ejemplo, en Talking about Rose, la protagonista era un personaje mítico en Chad, pero a la vez bastante olvidado… Es la primera vez que se hace algo sobre esta mujer, que además tenía ganas de permanencia y de que su ejemplo fuera conocido por la gente de Chad. En el caso de Aral, el mar perdido, llevaba años rumiando las razones que habían llevado a este mar a desaparecer; fue curiosidad.
¿Qué ventajas le ve al cine documental para su trabajo respecto al de ficción?
Del documental me gusta llegar virgen a un lugar. Tener una idea, evidentemente, de lo que vas a hacer, pero ir con la menor cantidad de prejuicios posible, estar abierto a lo que te ofrece la realidad. La aventura del documental me atrae, siempre estoy encantada de embarcarme; lástima no tener tiempo, aunque ya estoy pensando en otro.
Usted es una directora de historias íntimas, en las que el peso de los personajes es clave; una gran directora de actores. ¿Cómo experimenta la relación con los personajes en la dirección de sus documentales?
El abordaje se hace con la empatía y el respeto. Esa persona tiene que sentir que puede confiar en ti, que el testimonio que te va a dar va a ser algo que va a perdurar, que tiene que ser tratado con respeto, que va a llegar a la mayor cantidad de personas con el menor filtrado. Y el respeto también es parte de mi trabajo con los actores.
Alejandro Krawietz, director de MiradasDoc, ha asegurado que una de las virtudes de sus documentales es su “mirada jerárquica”, en la que prioriza los temas que visibiliza. ¿Está de acuerdo? ¿Cuál es su prioridad al hacer documentales?
Sí, estoy totalmente de acuerdo. Lo que ha dicho Alejandro sobre mí es muy bonito. Hay cosas que en tu trayectoria de cineasta te llaman la atención y tampoco tienes una razón para decir por qué… La gente que sobrevive a grandes tragedias me parece admirable, pero también es verdad que muchos de los personajes de mis documentales han sufrido injusticias arbitrarias, que a ti te pueden caer en cualquier momento. Para mí el ejemplo es el juez Baltasar Garzón: todavía hay gente que discute o pone en duda que fuera una persona válida, cuando, para mí, ojalá hubiera jueces como él que tuvieran la ecuanimidad y el sentido del honor y del deber que tiene Baltasar. La forma en la que ha llevado la injusticia que se ha cometido con él me parece un ejemplo de educación, concordia y buenas maneras.
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