29 Ene MEMORIA E IDEALISMO
Caballo de Viento (Moisés Salama, 91’, 2016)
Quinto documental del cineasta Moisés Salama, Caballo de Viento toma como referencia la figura de Fernando, «Nando» Fernández de Castro, para hablar, a través de sus experiencias, de los movimientos de izquierdas desde la década de los 60 hasta la actualidad. Definido a sí mismo como ácrata, antiguo miembro del PCE, expatriado español que participó en los movimientos de Mayo del 68 en Francia, heroinómano, budista y militante defensor de los derechos de los emigrantes, «Nando» representa a un conjunto de idealistas que combatieron el franquismo y que, a fecha de hoy, aún siguen esperando la llegada de la utopía. No es de extrañar, por lo tanto, que la película comience y acabe con la referencia a la irrupción de Podemos en el panorama político español, así como el sorpasso fallido de las elecciones de 2015.
Relato biográfico, que no sólo se ciñe a la militancia política, sino también a los avatares emocionales y de salud del protagonista, la película retrata con gran intimismo las diferentes etapas de la vida de Nando, que pese al paso del tiempo mantiene su carácter independiente y revolucionario, crítico hasta con su propia ideología y en constante lucha contra la injusticia y las diferencias sociales. Es este espíritu irreductible, siempre aferrado al momento, a la lucha del día a día, lo que justifica el título del documental. El «caballo de viento» es un símbolo del Budismo que representa el aire interior, es decir, el ímpetu espiritual que aumenta la fuerza de la vida. Se comparta o no la ideología del protagonista, a lo largo del documental resulta imposible no reconocer esa fuerza interior con la que Nando, con entereza y honestidad, continúa afrontando los conflictos.
Pese a lo anterior, Moisés Salama evita la tentación de edificar esta historia a través de un relato épica, ensalzando el carácter contestatario del protagonista, subrayando su lucha contra el franquismo o su quijotesco aferramiento a unos ideales, que a lo largo de su vida le han generado dolor y conflicto. El cineasta no pretende mostrar a un Fernando Fernández de Castro idealizado, ni que su película se convierta en una hagiografía. Habría sido muy fácil dejarse llevar por cierto hálito romántico y construir un discurso adulador; sin embargo, eso hubiese supuesto también traicionar el verdadero carácter de «Nando». Es un acierto que Salama haya preferido quedarse a pie de calle, registrando con su cámara elementos cotidianos e incluso contradictorios del personaje. Nos muestra sus luces y las sombras y permite al espectador la opción de discrepar de su protagonista, aunque no puede ocultar cierta simpatía e incluso admiración personal hacia él.
La cinta reúne no sólo declaraciones del protagonista, también confesiones de personas cercanas a él. Algunas (familiares, principalmente) recogidas en pequeñas reuniones domésticas, otras reunidas de manera particular para poder completar el retrato vital del personaje. El material rodado por Salama tiene el sello de una mirada directa que evita, por lo general, cualquier atisbo de puesta en escena que de un toque de artificio al conjunto, aunque, también encontramos algunos planos recurso o de transición en los que el cineasta no puede evitar cierto embellecimiento de la imagen. Para los flashbacks históricos se recurre a material de archivo general, así como a algunas películas de corte experimental en las que participó el propio Fernández de Castro, especialmente durante su etapa en Francia, y que no sólo ilustran aquel momento de libertad ideológica y experimentación con sustancias psicotrópicas, sino que además dan representación visual a personajes decisivos en la vida del protagonista que han desaparecido o muerto, como es el caso de Charlotte Trench, su pareja durante muchos años. A esto hay que sumar, un amplio conjunto de fotografías que ayudan a desenvolver todo el espectro temporal y la evolución física de los personajes.
Caballo de Viento es una película sobre la memoria, sobre el pasado que no olvida y sobre el idealismo, un idealismo infructuoso que sin embargo aún guarda esperanzas de convertirse en realidad. Es un documental que nos traslada a una época en la que la militancia fue fundamental para combatir al fascismo, para abrir las fronteras de un país anquilosado en el tradicionalismo, y que nos recuerda que aún hoy sigue siendo fundamental continuar las luchas históricas con el fin de no perder los derechos adquiridos en el pasado y seguir construyendo un mundo más justo.
Manuel E. Días Noda
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