MiradasDoc propone a su público abrir un debate sobre el turismo en términos poco comunes

La muestra ‘Mirar hacia el turismo: avances y contradicciones en el centro del mundo’ sitúa esta actividad económica en el centro de fenómenos complejos, claves para la humanidad

Cuando Canarias registra en torno a 16 millones de turistas anuales, MiradasDoc propone a su público abrir un debate sobre el turismo en términos distintos a los habituales y para estimularlo sugiere un recorrido documental por algunos de los grandes temas y las grandes paradojas del turismo actual, con la muestra Mirar hacia el turismo: avances y contradicciones en el centro del mundo. La muestra cuenta con tres películas que se proyectan este jueves, 1 de enero, a partir de las 16.00 horas, en la sala 2 del Auditorio de Guía de Isora.

El título de la muestra apunta ya el enfoque que busca el Festival para este debate sobre los por fenómenos complejos asociados con la actividad turística y vinculados con aspectos fundamentales para la humanidad en estos momentos: el cuidado ambiental, la gestión de los recursos, la distribución de la riqueza, el contacto entre culturas, entre otros factores.

MiradasDoc ofrece al público un punto de partida que puede abrir la perspectiva de las implicaciones que tiene en la sociedad contemporánea el desarrollo de la actividad turística. Se trata de una idea planteada por Xavier Monteys y María Rubert en el artículo Transformación urbana y espacio público. De la A a la Z, publicado en el volumen compilatorio Más es más: sociedad y cultura en la España democrática (1986-2008), editado por Jordi Gracia y Domingo Ródenas de Moya en 2009.

Se trata de considerar que “la bicoca del turismo” consiste en que la ciudad –en este caso, la isla– turística ideal “no necesita escuelas, tampoco hospitales ni guarderías ni centros cívicos. (…) necesita solo algunos servicios de pago y no tiene industria (…) no necesita apenas servicios públicos, todo es de pago, no tiene residentes fijos, ni siquiera los camareros”, mientras que “el turista es el ciudadano ideal porque no vota, no ejerce aquí su derecho democrático, solo viene a consumir su tiempo libre”, no hacen falta alcaldes ni concejales, “basta con que la máxima autoridad sea el capitán del yate que los ha traído”.

“Según se nos dice constantemente, todo parece indicar que la industria turística en Canarias vive uno de sus momentos de mayor esplendor”, apunta el director de MiradasDoc, Alejandro Krawietz, en el catálogo de la duodécima edición del Festival, al presentar esta muestra informativa Más allá de los datos cuantitativos, “hay cuestiones que difícilmente se convierten en saberes y de las que se habla mucho menos: reparto de la riqueza generada, gestión de los recursos necesarios para el desarrollo turístico, presión demográfica, gentrificación… Es curioso que, fuera de los ámbitos relacionados con la investigación y la cultura, estas cuestiones no aparezcan casi nunca en medios de comunicación o en el debate político”, expresa Krawietz para centrar el punto en el que MiradasDoc invita a debatir con ocasión de la exhibición de esta selección de películas.

La muestra comienza a las 16.00 horas con Viaje a Occidente (56’ / 2015 / Francia), de Jill Coulon, que posee el mérito de ir transformando, poco a poco, a los turistas de nuevo en ciudadanos a lo largo de un viaje “por Europa” en apenas unos días. A las 17.00 se proyecta En busca de un lugar (80’ / 2012 / Brasil), de Felippe Schultz Mussel, que realiza, quizá, el camino inverso: la transformación del ciudadano en turista a partir de las visitas guiadas a las favelas brasileñas tras el éxito de la película Ciudad de Dios.

La muestra concluye con la película Holidays (84´ / 2009 / España), del director canario Víctor Moreno. A juicio del director de MiradasDoc, “quizá el mérito mayor de esta película no sea tanto el haber hallado un modo orgánicamente cinematográfico —es decir, desde una perspectiva exclusivamente lingüística— de reflexionar sobre el turismo en Canarias, como el haber señalado de modo inequívoco la imposibilidad de un diálogo cabal entre el turismo como cultura y el turismo como economía”.

Krawietz plantea que esta película “no marca un territorio de incomprensiones, sino de incapacidad de comunicación: se trata de dos mundos condenados a la indiferencia que convergen en la superficie mínima de una isla”. Por ello, “Holidays compone un relato esquizofrénico, territorio cortado abruptamente por un brazo de mar muy profundo. De un lado y de otro del mismo fenómeno turístico no hay crítica, pero tampoco reconocimiento alguno”.