En una mañana de mayo de 2016, la población de Cabo Verde se despierta sorprendida por una onda expansiva en las redes sociales. Publicación tras publicación aparecen documentos que describen al más mínimo detalle orgías, incesto, pederastia, adulterio, intento de asesinato y abuso de drogas.
Las publicaciones son confesiones, todas redactadas en primera persona, hechas por miembros de una secta cristiana, CRASDT: Congregación Renovada de los Adventistas del Séptimo Día de las Tiendas.
Estas confesiones públicas alcanzan una pasmosa atención de los medios cuando las personas involucradas son identificadas como figuras importantes y respetadas en la sociedad caboverdiana, muy apreciadas por su posición social y profesional ya que son jueces, médicos, economistas, …