Torreiro: “Es culturalmente suicida que no exista un programa de documentales en la televisión pública”

Torreiro: “Es culturalmente suicida que no exista un programa de documentales en la televisión pública”

El crítico y programador del Festival de Málaga forma parte del jurado internacional de MiradasDoc, en el que la programación es “excelente y valiente”

El crítico, ensayista y programador de los festivales de Málaga y Granada Cines del Sur Casimiro Torreiro Gómez es miembro del jurado de los concursos internacionales de largometrajes y cortometrajes de la duodécima edición del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora, MiradasDoc, al que califica de “caramelo cultural”.

¿Cómo ve el documental en España?

“El documental en España está muy mal y muy bien. Muy bien porque gracias a la tecnología cualquiera puede hacer un documental. Muy mal porque, como siempre, es el eslabón débil de la cadena que es el cine en general, en la cual ha repercutido terriblemente la crisis y el cambio de hábitos de consumo de los espectadores. La gente lo identificó durante demasiado tiempo con el NODO, con el poder, con la voz del Estado y, por lo tanto, desconfiaba del documental. Además, no existen distribuidoras ni salas especializadas, ni público. Entonces, claro, estamos mal. Gracias a los festivales por lo menos vemos documentales”.

¿Las nuevas tecnologías pueden ayudar a que el documental logre más espectadores?

“Por lo menos democratizan el uso, la capacidad de la gente de poder contar sus historias. En este momento, cualquiera con una cámara, que ni siquiera tiene que ser de gran calidad, un teléfono, incluso y un programa de edición en el ordenador puede enfrentarse a la realización de un documental. El problema es y después qué…Por eso hablo de la ausencia de canales sólidos por los que discurrir. Queda la opción de pactar con un canal de televisión y, por lo tanto, tener algo a que agarrase. Pero los canales privados no se interesan por el documental, salvo que tenga un tema muy específico, y quedamos limitados a los canales estatales”.

¿Qué papel juegan los festivales?

“Los festivales son como pantallas abiertas donde el documental se puede encontrar a un tipo de espectador. Lo que pasa es que no se pueden ni comparar con un pase en televisión. El mejor festival del mundo jamás hará ni la vigésima parte de lo que puede ser un pase anodino en La 2 de Televisión Española un sábado por la noche. En la televisión te pueden ver 250.000 personas. ¿Cuánto tiene que estar una película en cartel para que la vean 250.000?”.

Pero cada vez se programan menos documentales en televisión generalistas…

“Ese es otro de los problemas. La reducción del espacio del documental dentro de las televisiones. Cuando la televisión pública funciona con los criterios de racionalidad económica de la televisión privada, vamos mal”.

¿Qué opina de la programación de MiradasDoc?

“Excelente. Yo programo festivales también, pero aquí se apuesta muy decididamente por un tipo de documental. Un documental observacional, sin intervención o muy poca del documentalista. Yo creo que es una opción muy valiente. Toda la programación, tanto la de largometrajes como la de cortos del concurso internacional, que es lo que yo he visto, tiene un sentido. Eso es elogiable en un festival”.

MiradasDoc ha elegido un perfil concreto de documental que refleja “el suceder social del planeta”. ¿La gente se interesa por lo que le pasa a la gente que habita en otros lugares?

“Yo creo que sí, si se le da bien. En esto cumplen una función esencial los programadores televisivos y no estoy hablando de las redes, ni de colgar en YouTube una película, porque, al fin y al cabo, en YouTube la puede ver mucha gente, pero lo normal es que no la vea nadie”.

Hay demasiadas cosas en YouTube…

“Claro. Que una película esté no significa absolutamente nada para la película y, sobre todo, para la continuidad en la carrera de la gente que la hace. De ahí la importancia de la televisión pública en la defensa del documental. Que no exista en este momento un programa que proponga un documental cada semana en la televisión estatal me parece culturalmente suicida. Existe Documentos TV, que hace periodismo, pero no existe ya Documenta2. Los documentales exigen al espectador una cierta tensión y te abren la cabeza, porque uno de los grandes problemas de los reportajes es que no profundizan. Solo un documental artístico es capaz de explicar, como pasa con algunos de los que he visto aquí. Hay aquí una película espléndida sobre la destrucción de un barrio de una ciudad china, que es más elocuente contando lo que es el capitalismo chino hoy y como la gente está perdiendo su barrio, su casa… que un reportaje”.

¿Quiere decir que los documentales tocan más de cerca al espectador?

“Es arte y en nuestra configuración antropológica el arte no es una casualidad. Es muy importante para los seres humanos desde los bisontes de las cavernas hasta ahora. Tenemos tendencia a coger la vida y someterla a un proceso de destilado que llamamos arte. Es ver el discurrir del planeta, qué está pasando hoy y eso lo hacen determinado tipo de documentales, pero, así como hay países, pienso en Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia…, donde hay una costumbre de consumo de documental, en España no la hay”.

¿Quizá un mercado como el de MiradasDoc, donde vienen televisiones y compradores de muchos países, puede ayudar?

“Claro. Yo programo el Festival de Málaga, ficción y documental y nosotros tenemos un mercado que es la diferencia con otros festivales españoles. Entendemos que los festivales están para eso, para conectar gente, posiciones, para que puedan colaborar, comprar, vender… Eso es fundamental. Que en un pueblo como Guía de Isora haya un evento como MiradasDoc lo coloca en el mundo. Esto es una maravilla”.

¿Qué le que parece la presencia de documentales africanos en MiradasDoc?

“Fundamental. El cine africano no lo ve nadie. En España hay un festival sobre cine africano en Tarifa y un festival en Granada de los tres continentes, son los únicos que pasan sistemáticamente películas africanas y no son pocos los buenos documentales africanos que se están haciendo. Que aquí, que están tan cerca de África, exista una ventana para asomarse a ese documental, me parece central. Allí hay mucho más que hechiceros y chozas… Hay grandes ciudades, gente que vive, mujeres empoderadas, universidades y muchas otras cosas…”.

¿Qué le parece el documental canario?

“En general, el documental canario está muy encapsulado en las islas. Circula poco en la península. El audiovisual canario debería intentar salir fuera más. Yo hace años que no veo documental cubano bueno por lo mismo. Salvo que ruede Fernando Pérez, que siempre hace películas magníficas, el documental cubano me interesa muy poco, porque siguen en lo mismo. En Málaga vamos a tener este año un documental canario, que nos gusta mucho, que espero que tenga un buen desarrollo. Hace unos años tuvimos el de Cubillo, pero son contados los documentales canarios que hemos podido pasar. No circulan, no nos llegan, no sabemos que están”.

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