Muy, muy lejos, más allá de las montañas y los mares, se encuentra un valle misterioso. Hace mucho tiempo, se construyó un pueblo, aislado por espesos bosques y escondido de los ojos del mundo.
“El Fin del Valle de las lágrimas” habla de Tichilesti, Rumanía, la última colonia de leprosos en Europa, lugar de sufrimiento humano y drama. Este pequeño pueblo es también un espacio donde la humanidad como concepto ha sido brutalmente redefinida.
Ha sido borrado de los mapas del mundo por décadas. Antaño habitado por unos pocos cientos de personas, hoy solo quedan 12 leprosos. Año tras año, siguen muriendo. Cuando el último muera, la aldea desaparecerá de los mapas nuevamente. Esta vez para siempre