06 Feb ORQUESTA EN VACÍO
ORQUESTA EN VACÍO
Lonely Rivers / Mauro Herce (29′)
MARÍA JOSÉ ALEMÁN BASTARRICA
En el monitor canta Elvis, desde Las Vegas, su naufragio. Estamos en una sala de estar de aspecto metálico. No tenemos referencias externas, nos preguntamos ¿qué es este lugar? La cámara permanece inmóvil, las cortinas ocultan el exterior, pero un balanceo ligero las anima. Es un barco y se mueve al ritmo de las olas.
Ríos solitarios fluyen hacia el mar, hacia el mar. / A los brazos abiertos del mar. / Ríos solitarios lloran, espérame, espérame. / A los brazos abiertos, espérame.
Mauro Herce, el recién premiado con el Premio Goya a la mejor fotografía por O que arde, de Óliver Laxe, y después de su primer largometraje como director, Dead Slow Ahead, coproducida por la productora canaria El Viaje Films, nos lleva de nuevo de regreso al buque de carga Fair Lady.
Para quien vio este documental no tendrá problema en reconocer a este grupo de hombres, engranajes de esa bestia de acero flotante; para quien no lo ha visto, tampoco supondrá un problema. Este apéndice exquisito se basta a sí mismo. Esta ampliación narrativa es un acierto que nos dirige a centrarnos en las emociones de este grupo de hombres prisioneros del mar: melancolía, añoranza y celebración desolada.
Encerrada en este pequeño espacio, casi único escenario de la película, la tripulación se reúne cada noche en la sala para cantar en el karaoke. Otros intentan leer entre la algarabía y todos beben y fuman.
La sencillez formal de la propuesta: las canciones del karaoke, cantadas por la tripulación durante los momentos de descanso, muestran con toda claridad la complejidad de sus emociones y nos hacen partícipes, las logramos sentir.
A largo de sus escasos treinta minutos, la fuerza de la narrativa visual de la cinta, sin ningún tipo de texto explicativo, ni conversación, además de la universalidad de las emociones que retrata, la hacen comprensible en cualquier parte del planeta.
Embarcado durante meses con la tripulación, el director desaparece con su cámara. Filmando libremente, consigue fotografiar la emoción de estos seres atrapados en el océano de sus rostros, con una naturalidad estremecedora. El retrato de este grupo de hombres, de rasgos asiáticos, de diferentes edades, reunidos en torno a un micrófono de karaoke, muestra el alma de los prisioneros del mundo moderno: hombres solitarios que atraviesan, gracias al alcohol y las canciones, las noches oscuras de los océanos, las noches oscuras de sus almas.
La dirección de Herce, que parece una puesta en escena de una pieza de Pina Bausch, una coreografía de marineros, que apaciguan su dolor con el efecto reparador de la música, la convierte por momentos en una película musical.
El momento crucial, la escena navideña, donde hay un triste árbol de plástico colocado al lado del televisor. Ellos ríen y cantan; beben alcohol, fuman marihuana. La fiesta se anima y, cada vez más desinhibidos, imitan a las divas del karaoke. Las sillas de madera y la pared vacía se transforman en escenario. Con la luz de una linterna a modo de cañón alguien dibuja su silueta. El salón se ha convertido ahora en un cabaret. El haz de luz viaja por la sala e ilumina una vez más sus rostros, alguien mira fijamente a la cámara y convierte en testigos a los espectadores. A la mañana siguiente, restos de basura en la sala vacía. Entra el encargado de la limpieza, los retira.
Refugiados en la intimidad de sus camarotes entre tejidos, a salvo por un instante de la dureza fría del metal, observan las imágenes del amor que espera lejos.
En el último plano, de nuevo las olas baten la cubierta del Far Lady, que traza su rumbo obstinado, el mismo plano con el que termina Dead Slow Ahead, enlazándolas.
Las gotas vuelan sobre la cubierta. Impulsadas por la fuerza de las olas, repelidas por el metal y arrastradas por el viento, se estrellan contra el cristal: el ojo de buey con un llanto de lágrimas saladas. Se escucha una música de karaoke y una voz que canturrea. La base musical se repite en bucle, el karaoke permanece de fondo como hilo musical o banda sonora.
Película altamente recomendable, creo que oiremos bastante hablar de este creador.