03 Feb MiradasDoc muestra a los más jóvenes que hay otra forma de entender el mundo
Hasta el próximo jueves, escolares de toda la Isla vivirán la experiencia de ver junto a sus creadores dos cortometrajes y después conversar con ellos
“Aquí no hay actores”, dijo Alejandro Krawietz, director de MiradasDoc al dirigirse a los alumnos que esta mañana se mostraban expectantes ante lo que en la sala 1 del Auditorio de Guía de Isora se iba a proyectar. Frente a ellos, delante de la pantalla aun apagada -también atentos- Thimbo Samb, cuyo testimonio forma parte del cortometraje Macun (no llores) y Billy Woodberry, director de A story from Africa.
Los directores de documentales -prosiguió Krawietz mirando a Woodberry- “salen a buscar historias reales y a convencer a aquellos que quieren que sean sus protagonistas para rueden con ellos algo real”. Fue, entonces, cuando se escucharon los primeros murmullos de los chicos y chicas de los 15 centros de toda la Isla que hoy participaron en la primera jornada de Enseñandoc, una de las acciones formativas de MiradasDoc con las que se pretende que los más jóvenes aprendan que hay otra manera de entender el mundo.
La pantalla se encendió y durante 62 minutos los escolares comprendieron lo que les había explicado el director del Festival. Dos historias diferentes Macun y A story from Africa pero unidas a través de una mirada real y sin intermediarios hacia el continente fueron las encargadas de que lo vieran.
A story from Africa narra a través de fotografías una campaña de pacificación liderada por el General Alves Roçadas en 1907 en el sur de Angola. Billy Woodberry, cofundador del colectivo Afro-American film LA Rebellion, da vida, en una narración sonora y visual, al archivo fotográfico destinado a probar la conquista del territorio Cuamata, a través de la trágica historia del soba (jefes de Estados pequeños africanos) Calipalula.
Makun narra varias historias de sueños y pesadillas (viajes peligrosos y el encierro en centros de internamiento al llegar a Europa). Es un corto animado donde los dibujos están hechos por centenares de manos anónimas y con el testimonio de tres personas inmigrantes y activistas por los Derechos Humanos. Uno de los testimonios es el de Thimbo.
Al término de la proyección, Thimbo y Billy Woodberry se levantaron y volvieron a situarse frente a su público. Woodberry reconoció estar algo nervioso ante una audiencia tan diferente a la que está acostumbrado y Thimbo dijo haberse emocionado una vez más al ver el documental. “Remueve recuerdos”, dijo.
Durante algo más de media hora, los estudiantes levantaron la mano para preguntar dudas y curiosidades no solo de los cortos sino, sobre todo, de la vida de ambos, quizás les atrajo más la de Thimbo.
“¿Ahora estás bien y feliz después de cómo lo pasaste?”, preguntó uno de los chicos, aun tratando de digerir todo lo que sus ojos habían visto en la gran pantalla. “¿Qué mensaje te gustaría transmitir a aquellos que están sufriendo lo que tú pasaste?”, se interesó otro de los estudiantes. “No me gustaría darles ningún mensaje sino información. Decirles que Europa no es como pensamos y que antes de venir conozcan bien qué se van a encontrar”, respondió Thimbo.
Antes de terminar, quiso dejar claro un mensaje: “África está bien preparada para salir adelante sin Europa” y añadió que lo que quiere es “volver a casa” porque el futuro de este continente está en las manos de los jóvenes africanos”.
Woodberry animó a los escolares a que lean, se informen y aprendan. “El pasado sigue presente”, señaló.