Construir una imagen completa del mundo -tan completa como sea posible- supone aceptar la múltiple, compleja e inabordable herramienta que es la realidad haciendo de ella un discurso sin límites y sin prejuicios. Sin embargo, qué difícil resulta aceptar que la realidad no es más, ni menos, que una herramienta de análisis. Deseamos verla, siempre, como su resultado, como el resultado de sí misma: como el enunciado final y verdadero de un ejercicio extremo de la mirada. Miramos hacia las cosas con la esperanza de que allí, un poco más lejos, pero siempre al final, esté la realidad, es decir, la imagen fiable y válida del mundo que nos otorgue, al vez, su explicación y su consenso. Y como en la esperanza no hay problemas de espacio -en todo caso de ética- el deseo convierte lo mirado en la expectativa. Creando los deseos adecuados podemos construir la realidad deseada, pero le negamos con ello su carácter conmovedor de ser para el deseo, de ser para la acción y la sorpresa. Quien aspira a una imagen completa del mundo no debe aceptar una visión consensuada y única de la realidad, sino aquella otra que se construye a partir de la pluralidad, de la información y del conocimiento. No otra cosa que un modesto, pero lleno de rigor, espacio para la pluralidad, la información y el conocimiento ha pretendido ser, desde su fundación en el año 2006 el Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc. Nuestra intención no ha sido otra que la de ensayar una mirada completa sobre el mundo a partir de las posibilidades de indagación del cine documental y de la cesión de la creación del discurso a otras culturas y civilizaciones. En lugar de lo consabido, la sorpresa, en lugar del consenso, lo novedoso, en lugar de lo repetido, la diferencia. Este año, entre el 1 y el 7 de noviembre celebraremos nuestra IV Edición. Deseamos que nos acompañen en la aventura de ampliar el mundo, de hacerlo más completo, de visibilizar aquello que simplemente, y sin que nadie lo supiera, sucedió. Sean bienvenidos.